Es
el tercer libro que leo de Kate Morton, me salté el primero “La
casa Riverton”, la descubrí con el segundo “El jardín olvidado”
(reseña aquí), me gustó tanto su estilo narrativo que seguí con
el tercero “Las horas distantes” (reseña aquí), y ahora acabo
de disfrutar la lectura de su cuarto libro “El cumpleaños
secreto”, aunque ya tiene publicado un quinto “El último adiós”.
En
todos tiene una característica, que ya la identifica, y es la forma
de estructurar sus novelas con diferentes espacios temporales. Esa
forma de combinarlos hace que al leer sus libros casi no puedas
parar hasta llegar al final, porque cada salto en el tiempo te deja
con ganas de continuar, y avanzas la lectura devorando los capítulos.
En
esta novela las tramas transcurren en los años 30, los 50 y el
presente. Ambientada en la Inglaterra rural y el Londres de la
Segunda Guerra Mundial, con una breve referencia a Australia.
Laurel
es una reconocida actriz en el año 2011, pero ha vivido desde 1959,
cuando tenía 16 años, con la imagen de una escena protagonizada por
su madre, y en la que estaba presente su hermano pequeño Gerry de 2
años. Este suceso del que fue testigo la ha acompañado siempre.
Ahora, cuando su madre, Dorothy, está muy enferma, se reúne con sus
hermanos, Rose, Iris, Daphne y Gerald (Gerry), para cuidarla. Así es
como descubre una fotografía entre las páginas de un libro, es una
instantánea de 1941 en la que aparece Dorothy con otra joven llamada
Vivien. Y como nunca oyó hablar de ella se plantea ¿Quién fue
Dorothy antes de ser su madre? Y quiere conocer el pasado desconocido
de su madre y, por tanto, averiguar que ocurrió aquel fatídico día
de 1959. Iniciando una investigación para resolver ese importante
misterio familiar.
En
esta historia encontramos misterios, secretos, teatro, farsa,
asesinato, amor, drama familiar, traición, reconciliación. Que
componen la trama y subtramas en las que la autora va deshaciendo
nudos hasta llegar al final. Y cuando parece que todo cuadra aún
sorprende encajando una nueva pieza del puzzle.
Algunas frases del libro:
“Ir
a cualquier lado, en realidad, con tal de no estar ahí.”
“No hay paisaje más vivido que el de la infancia. No importaba dónde se encontrase o qué aspecto tuviese, esas imágenes y esos sonidos quedaban grabados de forma diferente a los posteriores. Pasaban a formar parte de la persona, ineludibles.”
“Tal vez todos los niños cayesen presos, de un modo u otro, del pasado de sus padres.”
Contracubierta o parte de la misma:
1959
En
un caluroso día de verano, mientras su familia se va de picnic al
arroyo de su granja en Suffolk, la adolescente Laurel se esconde en
la casa del árbol de su infancia fantaseando con un muchacho llamado
Billy, una huida a Londres y un futuro grandioso que aguarda con
impaciencia. Sin embargo, antes de que esa tarde idílica toque a su
fin, Laurel presenciará un crimen aterrador que lo cambiará todo.
2011
Siendo
ya una actriz célebre, Laurel se ve abrumada por las sombras de su
pasado. Acechada por los recuerdos y el misterio de lo que vio ese
día, vuelve al hogar familiar y comienza a desenmarañar cada rincón
de su memoria en busca de aquella historia. Una historia de tres
desconocidos procedentes de mundos muy diferentes – Dorothy, Vivien
y Jimmy – que coinciden en el Londres de los años de la Segunda
Guerra Mundial y cuyas vidas quedarán unidas de forma funesta e
inexorable.
Traducción
de Máximo Sáez