Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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viernes, 22 de enero de 2016

EL INFORME DE BRODECK de Philippe Claudel

Premio Goncourt des Lycéens 2007

Ya considero a este autor como uno de mis imprescindibles, y no sólo en su faceta literaria sino también en la del cine (os recomiendo sus películas como director y guionista). Este el tercer libro que leo de Philippe Claudel (el primero fue “La nieta del señor Linh” reseña aquí, el segundo “Almas grises” reseña aquí) y tienen en común que sin especificar el lugar y el tiempo donde ocurren los hechos, te permite intuirlos fácilmente. Creo que es una genial característica del autor, que sin dar datos de países ni de fechas, sin dar demasiados detalles, consigue que sepamos de que está hablando y que reconozcamos los acontecimientos que forman parte de la historia del siglo XX. En este caso son referencias al horror de la guerra. Por ejemplo: habla de los vagones en que viajaron hacia el país de la inhumanidad, el campo (en ningún momento dice que sea de concentración, pero no hace falta, se intuye).
El personaje que da título al libro, Brodeck, tiene un trabajo tranquilo que es redactar breves notas sobre la flora y el tiempo, una tarea sin importancia para la Administración. Pero le da para vivir. Además es una persona que desde que volvió de la guerra no busca la compañía de la gente, pues se ha acostumbrado a la soledad. Conserva recuerdos dolorosos del campo, donde el tiempo dejó de existir. Desde entonces ya no siente dolor.
En la pequeña población donde vive, todos los hombres, después de reunirse en la fonda Schloss, le piden que redacte un informe sobre un hecho que ha sucedido, un incidente en un pueblo perdido lejos de todo. Donde ponga todo para que quien lo lea comprenda y perdone. Quieren que sea el escriba, pero no le piden una novela, le dicen: “Cuentas las cosas y ya está. Como en uno de tus informes.”
Aunque le pesa, acepta. Pues se siente inocente entre culpables. Decide redactarlo en primera persona, como hace con los informes, porque no sabe explicar las cosas de otra manera. Pero va a escribir dos relatos en paralelo, el que le han pedido y otro (que es el de este libro). Porque tiene miedo y ve cosas raras.
Todo empezó con la llegada de un extraño, al que llaman De Anderer (el Otro), situación que acaba enturbiando aún más sus vidas. Porque en realidad ya estaban marcados por la guerra, por los meses posteriores y por lo que vivieron y callaron. Por eso lo que quieren es vivir lo menos dolorosamente que puedan, es algo humano. Y la gente a veces hace cosas muy extrañas que no tienen explicación.
Su pueblo podría ser el último lugar “al que acuden quienes han dejado atrás la noche y el vacío, no es un sitio donde empezar de nuevo, sino donde todo acaba.” Quizás por eso fue allí Anderer.

Algunas frases del libro:
“No nos damos cuenta de lo mucho que puede depender el curso de una vida de detalles insignificantes.”

“Siempre me ha costado un poco hablar y expresar lo que bulle en mi cerebro. Prefiero escribir. Escribiendo tengo la sensación de que las palabras se vuelven dóciles, de que vienen a comer de mi mano como pajarillos y hago con ellas casi lo que quiero, mientras que cuando intento juntarlas en el aire se me escapan.”

“En el fondo, las fronteras no son más que trazos de lápiz sobre el mapa. Dividen mundos, pero no los separan. A veces, se olvidan con la misma rapidez con que se trazaron.”

Contracubierta o parte de la misma:
Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer – el Otro, en alemán –, ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, quien recibe el encargo de redactar un informe sobre lo sucedido “para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar –. Así pues, Brodeck entrevista a los hombres más importantes del pueblo: el cura, el dueño de la fonda, el alcalde... Y cuando este último le advierte de que no “busque lo que no existe. O lo que existió pero ya no existe”, Brodeck comprende que no le conviene saber demasiado. Sin embargo, la redacción del informe lo obliga a interrogar y a interrogarse, lo que a la postre puede suponer una amenaza para él y su familia.

Traducción del francés de José Antonio Soriano Marco


miércoles, 13 de enero de 2016

PAULA de Isabel Allende

Leer este libro después de haber leído otros muchos de su autora me ha ayudado a entender mejor su obra, y pienso que si hubiese empezado por éste hubiera estado condicionada en la lectura de los demás. Porque en esta autobiografía desnuda su alma narrando cómo empezó a escribir; de dónde sacó las ideas para su primer libro “La casa de los espíritus”; o el que las historias de su abuelo, el Tata, le darían para escribir muchos libros. También desvela datos tan curiosos como que empieza los libros el 8 de enero o que escribe diariamente a su madre. Que por cierto continúa haciéndolo así a pesar del tiempo transcurrido. Y tanta información sobre su vida me han hecho verla de otra manera, de un modo más cercano, y estoy segura que a partir de este momento en cualquier otro libro suyo que lea descubriré entre líneas más cosas sobre ella.
Ante todo el libro “Paula” es un homenaje a su hija, y una forma de que su recuerdo continúe. Fue su agente literaria (y amiga) Carmen Balcells quién le aconsejó que escribiera todo lo que estaba pasando mientras su hija estuviera enferma. Pues el tiempo pasaba lento en el hospital y le sobraban los días para reflexionar. Ya su abuela escribía en los cuadernos para engañar a la mala memoria. Así que Isabel intenta distraer a la muerte. Porque si su hija resiste, ella también. No sabe cómo será cuando despierte del coma, pero mientras tanto, en esa espera, le va contando cosas de ella y de otros miembros de su familia. Sin exactitudes de nombres, ni fechas. Pero seguro que será una buena historia, que empieza: “Escucha Paula, voy a contarte una historia para que cuando despiertes no estés tan perdida.”
En estas memorias de la autora también tiene su espacio la situación política de Chile, durante el gobierno de Salvador Allende y el golpe militar de 1973, en una época de incertidumbre que reveló el verdadero rostro de las personas, y llevó al exilio a la autora y a su familia.
Es un relato íntimo, en el que Isabel Allende a modo de terapia abre su corazón, desvelando sus sentimientos en una situación tan dolorosa como es la enfermedad de su hija.
“Una vez más comprobé que el tiempo a solas con la escritura es mi tiempo mágico, la hora de las brujerías, lo único que me salva cuando todo a mi alrededor amenaza con venirse abajo.”

Algunas frases del libro:
“El estado de coma es como dormir sin sueños, un misterioso paréntesis”

“Lo que no pongo en palabras sobre el papel, lo borra el tiempo.”

“No quiero más exámenes, sólo quiero envolverte en una manta y salir corriendo contigo en brazos hasta el otro lado de la tierra, donde hay una familia esperándote.”

“La novela se hace con trabajo, el cuento con inspiración.”

Contracubierta o parte de la misma:
Paula” es el libro más conmovedor, más personal y más íntimo de Isabel Allende. Junto al lecho en que agonizaba su hija Paula, la gran narradora chilena escribió la historia de su familia y de sí misma con el propósito de regalársela a Paula cuando ésta superara el dramático trance. El resultado se convirtió en un autorretrato de insólita emotividad y en una exquisita recreación de la sensibilidad de las mujeres de nuestra época.

@AlCalordeLibros

Otros libros de esta autora reseñados en este blog: "El juego de Ripper" (enlace aquí); "Hija de la fortuna" (enlace aquí); "Retrato en sepia" (enlace aquí)