Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

jueves, 26 de mayo de 2016

UNA MADRE de Alejandro Palomas

Es una historia que me ha llegado mucho, me ha hecho reír, entristecer, emocionarme, querer a los personajes, identificarme con ellos, aunque ningún personaje me recuerde a nadie concreto pero todos juntos me recuerden a mucha gente. Ha sido una fusión entre esta novela y mi corazón. Es un libro que no voy a dejar de recomendar, del que ya he releído partes, y no será la última vez que lo haga.
Transcurre durante una cena de Nochevieja, pero el narrador, que es uno de los personajes, Fer, también habla de hechos pasados, que complementan el momento presente.
La madre, que se llama Amalia y tiene 65 años, ha conseguido reunir a su familia después de varios años de tentativas que quedaron frustradas. Acuden sus hijos, Silvia, Fer y Emma, más la novia de esta última, y Eduardo el hermano de Amalia. Son dos generaciones de hermanos, se juntan 5 y “la añadida”, los de sangre y la que no, en una mesa dispuesta para 7, que tiene su por qué.
Amalia vive sola desde su divorcio, con la compañía de su perrita Shirley. Con este nuevo estado civil le llegó la libertad y el no tener que rendir cuentas a nadie, pues anteriormente vivió mucho tiempo con miedo a equivocarse, a hacer mal las cosas, a tomar decisiones. Su nueva vida arrancó casi como una aventura, como una joven que se independiza, pero sobre todo con ilusión y alegría, es optimista, se siente cómoda. Continúa sorprendiendo a sus hijos por su actitud, sus desmanes, su desorden, su vulnerabilidad, sus pequeños incidentes porque casi no ve, piensan que nunca madurará. Su diálogo es maravilloso, con esa manera tan suya de decir las cosas, que de tan simple no necesita más, convirtiendo datos sin importancia en titulares, entrelazando su discurso sin freno, sin saber ni quererle darle fin, divagando en su propio universo, con unas salidas impresionantes e hilarantes. Pero lo que más destaco, porque me han transmitido mucho, son sus pequeños detalles, sus intervenciones en los momentos necesarios para sus hijos, su actitud ante la vida.
Silvia ejerce de hermana mayor, tiene obsesión por la limpieza, es doña método. Pero antes hubo una Silvia distinta porque no había vivido todavía lo que la hizo cambiar de carácter hasta convertirse en quien es.
Emma y su novia Olga (la añadida) parecen contrapuestas, pero juntas han emprendido un negocio de casa rural que les ha producido un cambio en sus vidas, pues Emma arrastra consigo un pasado.
Fer es el narrador y, por tanto, va dando la visión de los acontecimientos. Con Silvia comparte algo que ella tiene que contar. Con Emma comparte un abrazo que solo se dan ellos, de hermanos que han vivido mucho juntos aunque no siempre sepan contárselo. Con su madre comparte momentos que tienen un punto entrañable junto a otro divertido. Y tiene un perro gran danés que se llama Max, regalo de su ex-pareja, Andrés.
Tío Eduardo siempre habla de su vida tan aparentemente perfecta y maravillosa.
También hay otros personajes en segundo plano pero con bastante personalidad. Por un lado está Ingrid, una amiga a la que Amalia admira mucho, y la conoceremos a través de ella. Y por otro lado está la abuela Esther, una persona que les dejó mucha huella, antes y ahora.
La novela está dividida en:
Libro primero : Algunas luces y muchas sombras.
Libro segundo : El faro.
Libro tercero : Este barco que a todos nos lleva.
Libro cuarto : Los amaneceres violetas.
Y en cada una de esas partes hay una cita de: Virginia Woolf en la película “Las horas”; Jeanette Winterson “La niña del faro”; Maxence Fermine “Nieve”; M.Albom.
Y tanto los títulos de los libros como las citas, tienen un enorme significado en la historia. Así como los pequeños momentos de esta familia que me han hecho emocionarme, desde sus risas que siempre llegan a tiempo, hasta el deseo de que pase algo que les devuelva a la persona que antes había sido, y es que todos tenemos una cara A y una cara B.

Algunas frases del libro:
“¿Por qué será que en esta familia nunca nos decimos las cosas que realmente importan?”

“Todos somos como somos porque hemos sido algo antes”.

“Algo me dice que acumulamos en algún rincón todos los yoes que creemos haber perdido por el camino.”

“Con el tiempo aprendemos que los mapas son de quien los dibuja, no de quien los persigue, y que en la vida sonríe más quien mejor dibuja no quien más empeño pone en la búsqueda.”

Contracubierta o parte de la misma:
Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. “Una madre” cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.

Ilustración de la cubierta: collage, Gabriel Sanz Balfagón con fotografía de Olga Ekaterincheva / Shutterstock



martes, 17 de mayo de 2016

SOBRE GRACE de Anthony Doerr

La lectura de este libro ha sido como subir en una montaña rusa, pues la intensidad del argumento sube y baja continuamente, creando momentos de mayor y de menor intensidad. Pasando de la intriga, angustia y desesperación en momentos puntuales (como cuando se enfrenta a sus sueños), a otros donde parece que no sucede nada (como el recorrido por medio Estados Unidos), dedicándole más detalles a unas partes que a otras. Lo mismo que sucede con los personajes, profundiza más en unos que en otros, incluso quedándose algunos que parecían tener un papel importante en simples secundarios. La historia se desarrolla combinando el presente y el pasado, hasta que se unen los dos tiempos.
El centro de todo es David Winkler, quien con 59 años regresa a su casa en Ohio después de 25 años viviendo en Las Granadinas. Pues le ha llegado el momento de buscar a su mujer y a su hija, de las que no sabe nada desde que huyó desesperado porque había soñado que Grace, su hija de pocos meses, moriría ahogada. Una decisión in extremis, tal vez incorrecta o tal vez no, se enfrentó a sí mismo, y sólo quería salvar a su hija. Y fue en ese momento cuando su vida sufrió un cambio radical, y todo empezó a ser un caos. Y es que David de vez en cuando tiene sueños premonitorios, algunos predicen cosas descabelladas, otros situaciones del día a día y en ocasiones sueños clarividentes. Así fue como en 1975 en Anchorage (Alaska) conoció a Sandy, su mujer, en un supermercado, porque anteriormente lo había soñado y sabía que se le iba a caer una revista. Pero el sueño que le atormenta es el tiene reiteradamente sobre Grace, no logra apartarlo de su mente, lo revive una y otra vez, y su mujer cree que tan sólo es una pesadilla, y ante tal situación de angustia, más el añadido de su sonambulismo, hace que huya. Y acaso al marcharse ¿podrá interferir en el orden de las cosas? ¿acaso el futuro está predestinado?
Me ha parecido que la parte de los sueños se queda corta, tenía la sensación de que iba a ser lo principal de la novela, pero sólo lo es puntualmente. Incluso hay una pequeña referencia a que Sandy sabía que él se acercaría en ese supermercado porque tuvo la sensación de que ya lo había vivido. Un tema que tiene relación con la premonición y se queda así, sin más, una simple frase.
De manera contraria hay otro tema en el que se extiende bastante, que es la investigación sobre los insectos que está realizando otro personaje de la novela, Naaliyah. Que resulta interesante por la parte científica, pero que no le he visto la conexión con la trama.
También está el tema de la amistad, por una parte con Soma, su marido Félix y su hija Naaliyah en Las Granadinas, quienes aparecen en el momento oportuno, y tienen su propia historia a las espaldas, pues tuvieron que salir huyendo de Chile para poder sobrevivir. Por otra parte en otra etapa encuentra un gran apoyo en Herman, siendo una relación de lo más curiosa y un tanto excepcional por el vínculo que los ha unido.
Además durante todo el libro hay continuas referencias a la hidrología y, es más, el agua tiene un papel importante. El propio David es hidrólogo, trabaja en el servicio metereológico, y desde pequeño tiene pasión por la nieve, rayando lo obsesivo. Su madre nació en Finlandia y tenía un libro titulado “Cristales de nieve” de W.A. Bentley, el cual le influye muchísimo. Y aquí viene otra vez toda una parte científica sobre este tema, que además me ha servido para buscar información al respecto y resulta que Bentley existió realmente y publicó ese libro en 1931, quién desde pequeño estuvo entusiasmado con los fenómenos meteorológicos, especialmente con la nieve. Fue pionero en el estudio de los cristales de hielo que forman los copos de nieve. Adaptó un microscopio a una cámara fotográfica, y durante años intentó captar una imagen donde se viera la estructura de los cristales de hielo, lográndolo en 1885, a partir de aquel día, no cesó de capturar y estudiar más de 5.000 cristales de nieve, no encontrando jamás dos cristales iguales. Así que en este libro pienso que Anthony Doerr con su personaje de David Winkler recuerda y homenajea a este profesional que desde entonces ha sido conocido como The Snowflake Man (el hombre copo de nieve).

Algunas frases del libro:
“La memoria galopa, luego se detiene y da un giro inesperado; para la memoria, el orden de los acontecimientos es arbitrario.”

“Había sentido el vértigo del futuro alineándose con el presente.”

“El futuro tenía una cita con él y lo esperaba.”

“Si tal vez no podemos cambiar quiénes somos, si el lugar del que procedemos dicta el lugar en el que terminaremos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Desde su niñez en Alaska, David Winkler ha vivido obsesionado por la nieve. Además, David tiene un don: a veces puede ver cosas antes de que ocurran. Sus premoniciones le permiten saber que un vecino será atropellado por el autobús o que se enamorará de una mujer en un supermercado. Peri cuando David sueña que su hija se va a ahogar en una inundación sin que él pueda salvarla, toda su vida se desmorona. Huir de su familia, de su casa y de su propio futuro parece el único modo de negar el sueño que lo atormenta.
Solo, sin medios y sin saber si su hija ha sobrevivido o si su mujer ha conseguido perdonarlo. David tendrá que comenzar una nueva vida. Hasta el día que deba enfrentarse a la decisión de buscar a las personas que dejó atrás.

Traducción de Laura Vidal

Gracias a la editorial Suma de Letras, Penguin Random House Grupo Editorial, por el envío de este libro


jueves, 12 de mayo de 2016

TERRITORIO COMANCHE de Arturo Pérez-Reverte

La espera, cerca del puente de Bijelo Polje (antigua Yugoslavia), de Márquez, un cámara obsesionado con grabar el momento en que un puente salte por los aires durante un bombardeo, junto con Barlés, un periodista que primero trabajó con sus Pentax y luego con la televisión. Es el comienzo de esta historia que relata el día a día de los reporteros de guerra, principalmente ellos dos, pero haciendo referencias a muchos otros. Ubicando el relato en el conflicto de los Balcanes, pero nombrando más lugares del mundo. El autor, Arturo Pérez-Reverte, fue reportero de guerra durante 21 años, y este libro sin ser autobiográfico habla de sus impresiones. Dedicándoselo a su compañero de profesión José Luis Márquez, cámara en multitud de conflictos bélicos. En los Balcanes estuvieron juntos.
En el libro, donde hay mucha más realidad que ficción, el cámara se llama Márquez y el reportero Barlés. Ambos llevan 20 años cubriendo guerras y comparten el gusto por aquella forma de vivir, sus esfuerzos, su trabajo, con sus riesgos y siendo conscientes de que lo más frágil que tienen es la vida. Saben que en territorio comanche demasiado lejos no consigues la imagen y demasiado cerca no podrás contarlo. Destaca tres formas de cómo pueden matarles: cuando toca toca; cuando llevas poco tiempo; o por la ley de probabilidades. Así menciona a compañeros que murieron en conflictos bélicos. Pero también a los supervivientes del oficio, ese que Leguineche dice que está formado por las tres Des: Desequilibrados; Divorciados; Dipsómanos.
Comenta como se vive en los hoteles de los reporteros, pues son su cuartel general, y cada guerra está ligada al nombre de un hotel. Critica a los que sólo van a hacerse la foto, tanto periodistas como personajes relevantes.
Tiene partes donde habla de: las entradillas; la suerte; largarse de los sitios; la jubilación; Mostar; tipos raros; mujeres en la guerra. Hace un recorrido por todo lo que conllevan los conflictos armados. Dice que todos son el mismo porque siempre hay “un par de desgraciados con distinto uniforme que se pegan tiros el uno al otro, muertos de miedo en un agujero lleno de barro, y un cabrón con pintas fumándose un puro en un despacho climatizado, muy lejos, que diseña banderas, himnos nacionales y monumentos al soldado desconocido mientras se forra con la sangre y la mierda. La guerra es un negocio de tenderos y de generales, hijos míos. Y lo demás es filfa.”
De esta manera alude al horror de la guerra, explicando que no lo producen los muertos, las tripas y la sangre, pues el horror es la mirada de un niño, sus ojos reprochando un dolor que no entienden, o el vacío en la expresión de un soldado al que van a fusilar. Pero sobre todo el horror es el asilo de ancianos de Petrinja, una experiencia que no podrán olvidar, y que después de leerla yo tampoco podré.
En esos recuerdos de tanto dolor visto y sentido está el de un hombre que tenía un fajo de postales de la ciudad de Mostar, primero les contó su terrible historia (como la de tantas personas que sufren viviendo en un país en guerra), después en esas postales estaba lo único que quedaba de su ciudad y de su memoria. Todo estaba destruido.
Y la cuestión es por qué no se frenó esa barbarie, en este caso fue la pasividad de Europa, donde mandó la miserable condición humana.
Pero continuamos sin rectificar, siguen habiendo guerras y las atrocidades no cesan. Este libro acerca una realidad vivida en primera línea, deberías leerlo.

Algunas frases del libros:
“En la guerra, las cosas suelen discurrir más bien según la ley de las probabilidades: tanto va el cántaro a la fuente que al final hace bang.”

“Más vale no hacer ninguna foto que hacer la última foto.”

“La bala que te mata es la que no oyes pasar, recordó. La bala que te mata es la que se queda contigo sin decir aquí estoy.”

“Todos los ojos de todos los niños de todas las guerras eran una larga recriminación sin palabras al mundo de los adultos.”

“La memoria de un reportero siempre es la memoria de un largo álbum de viejas fotos, de imágenes que a veces se funden unas con otras, de recuerdos propios y ajenos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Un relato, entre novela y reportaje, en el que Arturo Pérez-Reverte nos muestra la guerra a través de la mirada de unos reporteros que se hallan en el conflicto de la ex-Yugoslavia.

Ilustración de la cubierta: A.G.E. Fotostock


Otro libro de este autor reseñado en este blog: "El pintor de batallas" (enlace aquí)


jueves, 5 de mayo de 2016

CÓMO SER MARIDO de Tim Dowling

Una buena amiga nos regaló a mi marido y a mi este libro y el de “Una maravillosa librería” (reseña aquí), en el orden que acabo de indicar. Ambos con cierta intención, por lo de marido y lo de librerías (libros, bibliotecas... vamos ese mundo que me apasiona). Sin embargo con el libro de Tim Dowling me he llevado una decepción, por una parte mi marido (para quien iba destinado el regalo) lo empezó, y no pudo pasar del segundo capítulo, diciéndome que no le encontraba sentido, ni nada que le atrapase en la lectura, y por otra parte a mi me ha costado terminarlo, porque no le he encontrado nada atrayente, ni el humor, y para colmo no he conectado con el protagonista. Y la conclusión es que este libro no lo recomiendo, entre otras cosas porque la forma que tiene de contar las situaciones, intentando ser gracioso, me ha resultado lo contrario. Sus comentarios me han parecido, en general, machistas, y cuando ha llegado al tema de la paternidad y de los hijos, me ha sacado de quicio.
El propio autor es el protagonista de este libro. En la introducción aclara que no es un manual de autoayuda, más bien es una crónica de cómo ha llegado hasta aquí, y una reflexión de lo que significa (para él) un marido en el siglo XXI. Lleva 20 años casado y tiene 3 hijos. Él es estadounidense y su mujer es inglesa.
Uno de sus trabajos ha sido escribir una columna semanal, y ante la presión que le suponía llegar a tiempo para publicarla, empieza a escribir sobre temas domésticos, algo que se supone que no debía hacer. Pero por un lado a la directora parece que le hace gracia, y por otro él mismo intenta hacer reír a su mujer. Y con este antecedente surge este libro.
Habla de cómo se conocieron, de compatibilidad e incompatibilidad, hace referencia a estudios sobre parejas, del ir y venir entre Estados Unidos e Inglaterra, de la relación con la familia política, de sexo, de las obligaciones de estar casado, del masculinismo y del feminismo, de los hijos, de su situación laboral. Y como complemento están los títulos de los capítulos que son relevantes del contenido, he aquí una muestra: “Bricolaje: cosa de hombres incluso hoy en día”; “Macho alfa, hombre omega”; “Paternidad para idiotas”...
También hace listas: de sus habilidades; de las doce labores del matrimonio; de los cuarenta preceptos de la felicidad conyugal bruta; de sus hallazgos sobre los productos cosméticos masculinos; de consejos financieros; etc.
Todo narrado desde un punto de humor (que yo no he conseguido captar).
Pero asimismo incluye confesiones personales más reflexivas sobre esos veinte años conviviendo con la misma persona. Piensa que tu eliges a la persona adecuada, pero ella te ha de elegir a ti, así que es cuestión de suerte, pura y simple. La primera motivación para estar juntos es el amor. La importancia de la complicidad. Cómo de una trivial disputa doméstica que sube de tono, acaba siendo una crítica a sus ineptitudes. Es incapaz de entender donde termina el trabajo de un buen marido, pero sí sabe donde empieza. El matrimonio es un regateo y el suyo ha funcionado. Su relación se basa en equilibrios, entre ambos se compensan. Reconoce errores, equivocaciones. Sus métodos le han ayudado a mantener una relación sana y, en general, es feliz en su matrimonio, pero también cada día se sorprende. Pues esa necesidad de acomodarse a los cambios de la otra persona es uno de los aspectos más inesperados de un matrimonio prolongado.

Algunas frases del libro:
“Marido es la dedicación que hace que todo lo demás parezca un hobby”.”

“Mi exitoso matrimonio se ha forjado a base de errores.”

“Cada día es una lección sobre lo que estoy haciendo mal.”

Contracubierta o parte de la misma:
¿Cuál es la mejor estrategia para salir airoso de una trifulca conyugal? ¿Cómo es realmente el sexo en el matrimonio? ¿Cómo reaccionar cuando tus hijos se empeñan en introducirte palillos del restaurante chino por la oreja? ¿El hombre que usa cosmética masculina es metrosexual o gay? ¿Cómo interactuar con la suegra cuando tu mujer desaparece varios días por un viaje de trabajo? ¿Existen realmente los machos alfa? ¿Puede una desaforada pasión por el banjo destruir una familia?
“Cómo ser marido” responde a estas y a otras muchas preguntas trascendentales (o no) sobre el matrimonio. Quien lo ha escrito sabe de qué habla: lleva dos décadas casado, tiene tres hijos y varias mascotas. El lector debe saber que esto no es un manual de autoayuda, aunque se dan muchos consejos sabios y prácticos; que esto no es un tratado de psicología, aunque leyéndolo se aprende un montón sobre el comportamiento humano en pareja; que es to no es un ensayo sociológico, aunque contiene informaciones relevantes sobre la institución matrimonial.

Traducción de Mauricio Bach

Ilustración de la cubierta: David Levene